100 - PREVALENCIA Y MANEJO DE INTERACCIONES FARMACOLÓGICAS GRAVES EN PACIENTES HOSPITALIZADOS
Medicina Interna, Hospital Universitario de Toledo, Toledo, España.
Objetivos: La pluripatología y la polimedicación son características frecuentes en los pacientes hospitalizados de Medicina Interna, lo que incrementa el riesgo de interacciones farmacológicas adversas. A través de este estudio, se ha revisado el número de fármacos pautados, identificado interacciones entre ellos y evaluado aquellas clasificadas como tipo D (“considerar modificar la terapia”) y tipo X (“contraindicadas”). Asimismo, se analizó la frecuencia de los principios activos implicados y si estas interacciones fueron corregidas al alta, como parte del proceso de optimización terapéutica.
Métodos: Estudio descriptivo, retrospectivo, de los primeros 50 pacientes ingresados en Medicina Interna durante julio de 2024, excluyendo aquellos que fallecieron durante la hospitalización. Se recogieron datos de la historia clínica: sexo, edad, diagnóstico, número de fármacos al ingreso y al alta, número de interacciones tipo D y X, y si estas fueron corregidas. La recogida de datos se realizó con Microsoft Excel.
Resultados: Se incluyeron 50 pacientes, con una edad media de 76,64 años (rango 43-94; mediana 77), de los cuales 31 eran mujeres y 19 varones. La media de fármacos prescritos por paciente fue de 10 (mediana 9). En cuanto a las interacciones tipo D, 15 pacientes (30%) presentaron al menos una: Cuatro pacientes presentaron una interacción, nueve pacientes presentaron dos interacciones y uno presentó siete. Las combinaciones más frecuentes fueron depresores del sistema nervioso central con opioides (tramadol, fentanilo, metadona); insulina con antidiabéticos orales DPP¿4i/SGLT2i (la más prevalente, 11,1%); simvastatina con amlodipino; repaglinida con clopidogrel; acenocumarol con fenofibrato; furosemida con diclofenaco; y corticosteroides con denosumab. Cada una de estas interacciones representó un 5,6. Tan solo 5 de las 15 fueron corregidas al alta. En relación con las interacciones tipo X, se identificaron en 7 pacientes (14%). Tres presentaron una interacción, otros tres pacientes dos y uno de ellos tres. Solo dos de estas interacciones fueron corregidas. Entre las más relevantes se encontraron: antipsicóticos con metoclopramida; quetiapina con metadona (ambos con alto riesgo de prolongación del QT); venlafaxina y mirtazapina con rasagilina (riesgo de síndrome serotoninérgico); y levosulpirida con fármacos anticolinérgicos (clomipramina y solifenacina).
Conclusiones: Las interacciones tipo D y X son frecuentes en pacientes polimedicados, siendo especialmente relevantes las que implican depresores del sistema nervioso central, opioides, insulina y antidiabéticos orales, por su potencial para causar sedación, depresión respiratoria, hipoglucemia o cetoacidosis. La baja tasa de corrección resalta la necesidad de implementar sistemas de alerta clínica y protocolos de revisión farmacológica activa. Esto permitiría optimizar tratamientos, reducir la carga farmacológica y mejorar la seguridad del paciente hospitalizado.




