1266 - ESTUDIO DESCRIPTIVO DE PACIENTES QUE RECIBEN PROFILAXIS POSEXPOSICIÓN CONTRA EL VIH
Hospital Severo Ochoa, Leganés (Madrid).
Objetivos: La profilaxis posexposición (PPE) frente a la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) se administra en las 48-72 horas tras una situación que suponga un riesgo de transmisión del virus, con el fin de intentar evitarla. Nuestro estudio trata de caracterizar los pacientes que realizan PPE frente al VIH en nuestro centro y cuántos de estos pacientes acaban siendo infectados por VIH.
Métodos: Base de datos de pacientes que han recibido PPE en nuestro centro desde abril de 2015 hasta abril de 2022. Se analizaron datos demográficos de los pacientes como sexo, edad, el motivo para tomar la PPE, si acudieron a consulta de Medicina Interna para seguimiento y control y si padecieron otra infección de transmisión sexual (ITS) previamente o durante los años posteriores hasta la actualidad. Utilizamos la historia clínica informatizada de nuestro centro, así como la información disponible en la plataforma online HORUS, con acceso a la historia clínica de Atención Primaria, así como a informes clínicos de algunos hospitales de la Comunidad de Madrid.
Resultados: Durante el tiempo de recogida de datos se ha administrado desde nuestro centro PPE en 106 ocasiones. Por falta de información de descartaron 6 episodios de entrega de PPE y por tener serología VIH positiva en el momento de solicitarla se descartaron otros 2 pacientes, quedando 98 episodios para analizar. Solo 3 pacientes han acabado contrayendo VIH, 2 diagnosticados en nuestro centro y otro más que realiza el seguimiento en otro centro de la Comunidad (3,06%); en ningún caso durante los 6 meses posteriores a la relación de riesgo. La edad media de los pacientes que solicitan la PPE es 31,4% con una desviación estándar 10,3. De los 98 episodios de PPE, 59 casos fueron varones (60,2%) y 39 mujeres (39,8%). En un 92,86% (91) de los casos el motivo por el que requirieron la PPE fue una relación sexual de riesgo, mientras que el 7,14% (7) fue tras un pinchazo accidental. En el caso de los hombres, el 79,66% (47) requirió la PPE por una relación no protegida con otro hombre, mientras que el 15,25% fue tras una relación no protegida con una mujer. En el caso de las mujeres, el 77% de ellas (30) demandó la PPE tras una agresión sexual y solo 4 tras relaciones consentidas no protegidas con hombres. El 8,16% de los pacientes que solicitaron la PPE (8) había padecido otra ITS como uretritis (4), sífilis (3) o infección por VPH (2) en los años previos y el 15,31% presentaron alguna ITS después de la PPE (10 uretritis, 5 sífilis y 2 herpes genitales), lo cual supone una prevalencia de 25% de ITS en estos pacientes. Solo el 43,8% de los pacientes acudieron a las citas sucesivas en Medicina Interna para realización de serologías y comprobación de eficacia del tratamiento planteado.
Conclusiones: Ante los datos analizados parece evidente la necesidad de una educación sexual integral para reducir los casos de agresiones sexuales a mujeres y para que se limiten las prácticas sexuales de riesgo.
