Describir las características sociodemográficas y clínicas y el manejo de los pacientes con fenilcetonuria (PKU) en Centros, Servicios y Unidades de Referencia (CSUR) o unidades de excelencia clínica especializados en errores congénitos del metabolismo (ECM). Además, determinar la calidad de vida relacionada con la salud (CVRS) de los pacientes.
MétodosEstudio observacional transversal y descriptivo realizado con pacientes con PKU que acudieron a centros CSUR o unidades de excelencia clínica especializadas en ECM durante el periodo del estudio.
ResultadosSe incluyeron 55 pacientes (54 adultos y un adolescente) con diferentes fenotipos PKU. La edad media (DE) fue de 32,1 (9,7) años, siendo el 69,1% mujeres. El fenotipo más frecuente al diagnóstico fue PKU clásica (67,3%). La DE de fenilalanina (Phe) plasmática al diagnóstico fue de 901,9 (606,1) μmol/L y de 422,8 (288,9) μmol/L en el último año. El 23,6% de los pacientes presentaban síntomas neurológicos, siendo el más frecuente la discapacidad intelectual (21,8%). Los síntomas psicológicos estaban presentes en el 34,5% de los pacientes, siendo los más frecuentes la ansiedad (14,5%) y la depresión (12,7%). El 85,5% de los pacientes respondieron el cuestionario EQ-5D-5L. De estos, el 44,7% no reportaron ansiedad o depresión, mientras que el 34,0% tenían ansiedad o depresión leve. La DE de EQ-VAS fue de 80,9 (15,2). Cuarenta y un (74,5%) pacientes respondieron el cuestionario PKU-QoL. Los resultados indicaron que los pacientes con PKU percibían que el impacto de la enfermedad era moderado en todos los dominios del cuestionario.
ConclusionesLos adultos con PKU podrían sufrir síntomas neurológicos o psicológicos como discapacidad intelectual, ansiedad y depresión. Sin embargo, su CVRS era buena y comparable a la de la población general.
To describe the sociodemographic and clinical characteristics and management of patients with phenylketonuria (PKU) followed in centres, services, and reference units (CSUR) or clinical excellence units specialised in inborn errors of metabolism (IEM). Additionally, to determine patients’ health-related quality of life (HRQoL).
MethodsObservational, cross-sectional, descriptive study conducted with Spanish PKU patients attending CSUR centres or clinical excellence units specialised in IEM during the study period.
ResultsThe study included 55 patients (54 adults and one teenager) with different PKU phenotypes. The mean (SD) age was 32.1 (9.7) years, with 69.1% women. The most frequent phenotype at diagnosis was classical PKU (67.3%). Mean (SD) plasma Phe levels at diagnosis were 901.9 (606.1) μmol/L and 422.8 (288.9) μmol/L in the last year. Neurological symptoms were present in 23.6% of patients, the most frequent being intellectual disability (21.8%). Psychological symptoms were present in 34.5% of patients, the most frequent being anxiety (14.5%) and depression (12.7%). Of the patients, 85.5% responded to the EQ-5D-5L questionnaire. Of these, 44.7% of patients reported no anxiety or depression, while 34.0% had mild anxiety or depression. The mean (SD) EQ-VAS value was 80.9 (15.2). Forty-one (74.5%) patients responded to the PKU-QoL questionnaire. The results indicated that PKU patients perceived the impact of their disease to be moderate across all domains included in the questionnaire.
ConclusionsAdults with PKU may experience neurological or psychological symptoms including intellectual disability, anxiety, and depression. However, their HRQoL was found to be good and comparable to that of the general population.
La fenilcetonuria (PKU) es una enfermedad autosómica recesiva rara causada por variantes patogénicas en los genes que codifican la fenilalanina hidroxilasa (PAH). Esta enzima convierte la fenilalanina (Phe) en tirosina y necesita la tetrahidrobiopterina (BH4) como cofactor1–3. La deficiencia de PAH da lugar a una elevación de la Phe en la sangre, que atraviesa la barrera hematoencefálica y altera el desarrollo y la función cerebrales2. La prevalencia estimada en Europa es de uno por cada 10.000 nacidos vivos4.
La PKU causa discapacidad intelectual progresiva si no se trata5, lo que puede provocar hipopigmentación de la piel, el pelo y los ojos, eccema resistente y un olor corporal rancio5. Por consiguiente, el cribado neonatal de la PKU es obligatorio en toda la Unión Europea para prevenir consecuencias graves6. En el momento del diagnóstico, los pacientes con PKU presentan niveles de Phe de entre 150 y más de 1.200μmol/L, definiendo cuatro fenotipos en función de la tolerancia a proteínas: clásica (Phe >1.200μmol/L); moderada (Phe 600-1.200μmol/L), leve (Phe 360-600μmol/L) e hiperfenilalaninemia benigna (Phe 150-360μmol/L), esta última sin restricciones alimentarias7.
Los tratamientos para la PKU tienen como objetivo disminuir los niveles de Phe en sangre2. El manejo dietético consiste en una dieta baja en Phe y suplementos de aminoácidos hipoproteicos sin Phe2. Algunos pacientes responden a la sapropterina, un cofactor sintético de la PAH que actúa como el cofactor natural BH4, que reduce los niveles de Phe y aumenta la tolerancia alimentaria8. Según las guías europeas2,9, el tratamiento es innecesario en pacientes con concentraciones de Phe en sangre inferiores a 360μmol/L, pero obligatorio en pacientes con concentraciones superiores a 600μmol/L.
En España la intervención precoz y la mejora del manejo han contribuido a aumentar la supervivencia de los pacientes con PKU y a reducir la morbilidad, a pesar de requerir una vigilancia clínica y bioquímica de por vida10. Los niveles de Phe mal controlados, los déficits de nutrientes y los malos hábitos alimenticios pueden conducir a complicaciones neurológicas o neuropsicológicas y a la obesidad11, por lo que el cumplimiento dietético está estrechamente ligado al pronóstico de la PKU. El abandono del tratamiento podría dar lugar a una posible regresión neurológica12. Aunque los pacientes con PKU suelen tener una buena calidad de vida relacionada con la salud (CVRS), la enfermedad afecta negativamente a su bienestar emocional, sobre todo por la ansiedad relacionada con elevadas concentraciones de Phe en sangre13. La mejora en las tasas de supervivencia pone de relieve la necesidad de mejorar la vigilancia y la gestión asistencial en los centros de referencia, conocidos principalmente como Centros, Servicios y Unidades de Referencia (CSUR), o unidades de excelencia clínica.
Por consiguiente, el objetivo de este estudio es describir las características, la CVRS y el tratamiento de los pacientes adultos con PKU en centros CSUR o unidades de excelencia clínica.
MétodosDiseño del estudioSe trata de un estudio observacional, transversal y descriptivo realizado en pacientes españoles con PKU que acudieron a centros de CSUR o unidades de excelencia clínica especializadas en errores congénitos del metabolismo (ECM) y recibieron seguimiento durante el periodo de estudio.
Los objetivos principales del estudio eran describir las características sociodemográficas y clínicas y el manejo clínico de los pacientes adultos con PKU que recibieron seguimiento en centros CSUR o unidades de excelencia clínica especializadas en ECM. Los objetivos secundarios eran determinar la CVRS de pacientes adultos con PKU y determinar los principales síntomas neuropsicológicos de estos pacientes.
El estudio fue aprobado por el Comité de Ética de la Investigación del Hospital 12 de Octubre (Madrid) (número de expediente: 18/511) y desarrollado de acuerdo con los principios de la Declaración de Helsinki.
Participantes en el estudioParticiparon especialistas clínicos de cinco de los ocho CSUR o unidades clínicas de excelencia especializadas en ECM y manejo de pacientes con PKU (Sup. Tabla 1).
Se incluyeron en el estudio pacientes ≥ 16 años con un diagnóstico de PKU o hiperfenilalaninemia benigna con confirmación genética que acudían a un CSUR o unidad clínica de excelencia especializada en ECM. Se excluyó a los pacientes sin antecedentes clínicos bien documentados. Todos los pacientes firmaron un consentimiento informado por escrito.
VariablesSe recopilaron las características sociodemográficas (edad, sexo, estatura, peso, nivel de estudios, situación laboral y situación familiar), características clínicas (relacionadas con el diagnóstico, las concentraciones de Phe y el tratamiento) y cuestionarios de CVRS de los pacientes.
Las características clínicas incluyeron edad de diagnóstico, concentraciones de Phe en el momento del diagnóstico, fenotipos de PKU, sensibilidad a BH4, cociente intelectual (CI), índice de Barthel, genotipos, índice de control de la dieta ([ICD], calculado como la media de las medianas de los valores de Phe de por vida del paciente), síntomas neurológicos (discapacidad intelectual, coordinación motora deficiente, epilepsia o temblor) y síntomas psicológicos (ansiedad, depresión, aislamiento social, baja autoestima, déficit de atención, impulsividad, agorafobia, hiperactividad o agresividad), tratamiento recibido y cumplimiento terapéutico, visitas programadas y análisis de sangre según la historia del paciente. En la prueba de sobrecarga de BH4 se consideró como respuesta positiva una reducción de las concentraciones plasmáticas de Phe del 30-50%14. Se determinó el CI de los pacientes y se clasificó en siete categorías mediante la Escala de inteligencia de Wechsler para adultos (WAIS) III/IV: superior (120-129), media alta (110-119), media (90-109), media baja (80-89), límite (70-79) y extremadamente baja (< 69). El índice de Barthel se utiliza para evaluar (puntuación de 0 a 100) y clasificar el grado de dependencia de los pacientes en cinco categorías: total (0-20), grave (21-60), moderada (61-90), baja (91-99) e independiente (100)15.
Para evaluar la CVRS de los pacientes se utilizaron las versiones españolas de los cuestionarios EuroQoL (EQ-5D-5L) y PKU-QoL. El cuestionario EQ-5D-5L consta de cinco dimensiones: movilidad, autocuidado, actividades cotidianas, dolor/malestar y ansiedad/depresión16. Este cuestionario también recogió la puntuación de la escala analógica visual (EAV) EQ (entre 0 y 100). La escala EQ-VAS registra la salud valorada por el propio paciente16. El impacto de la PKU y su tratamiento en la vida diaria de los pacientes se evaluó mediante el cuestionario específico de PKU PKU-QoL, previamente validado y adaptado a la población española17. Este cuestionario consta de 65 preguntas que abarcan las siguientes dimensiones: síntomas, sensaciones generales en la PKU, administración de suplementos, restricción de la ingesta de proteínas y aspectos sociales17. El grado de gravedad de cada dimensión se clasificó de la siguiente manera: baja/nula (0-25), moderada (26-50), importante (51-75) y muy grave (>75)13.
Análisis estadísticoSe calcularon estadísticos descriptivos. Para las variables cuantitativas se calcularon medidas de centralidad (media, mediana) y de dispersión (desviación típica [DT], cuartiles, mínimo y máximo). Para las variables cualitativas se obtuvieron frecuencias relativas y absolutas.
Se realizó un análisis de subgrupos considerando una clasificación de los pacientes basada en el valor de la mediana del ICD obtenido durante el último año. Se clasificó a los pacientes como con un ICD aceptable (<600μmol/L) o deficiente (>600μmol/L). En el análisis de subgrupos se utilizaron las variables siguientes: síntomas neurológicos y psicológicos, índice de masa corporal (IMC) y dimensiones principales de los cuestionarios EQ-5D-5L y PKU-QoL. La muestra limitada en el subgrupo con un ICD deficiente (n=13) y la disparidad en el tamaño del grupo (DCI aceptable, n=40) impidieron realizar análisis estadísticos para establecer diferencias significativas entre los subgrupos. No obstante, el objetivo del estudio era describir, no comparar, cada subgrupo (ICD deficiente y aceptable) y los resultados en cada uno de ellos. Dada la naturaleza de la patología, era muy difícil obtener muestras de los pacientes superiores, un problema recurrente en las enfermedades raras.
Todos los análisis estadísticos se realizaron con el paquete estadístico STATA versión 14.
ResultadosCaracterísticas sociodemográficas de los pacientesSe incluyó en el estudio a 55 pacientes (54 adultos y un adolescente) con diferentes fenotipos de PKU, de 16 a 53 años (media de edad=32,1 años; DT=9,7). La población femenina representaba el 69,1% de la muestra y el 40% de los pacientes tenían un trabajo estable. Las características sociodemográficas de la muestra se muestran en la tabla 1. Los pacientes tenían un IMC medio de 26,5 (DT=6,2) kg/m2, de los cuales aproximadamente el 60% tenían sobrepeso u obesidad.
Características de los pacientes incluidos en el estudio
| Pacientes(n=55) | |
|---|---|
| Sexo, n (%) | |
| Varones | 17 (30,9) |
| Mujeres | 38 (69,1) |
| Nivel de estudios, n (%) | |
| Estudios de primaria | 10 (18,2) |
| Estudios de secundaria | 6 (10,9) |
| Estudios de bachillerato | 3 (5,5) |
| Estudios de formación profesional | 18 (37,2) |
| Estudios universitarios | 9 (16,4) |
| Estudios de postgrado | 1 (1,8) |
| No reportado (NR) | 8 (14,6) |
| Situación laboral, n (%) | |
| Trabajo estable | 22 (40,0) |
| Ayuda a la contratación | 4 (7,3) |
| Trabajo en el hogar | 2 (3,6) |
| Desempleado/a | 13 (23,6) |
| Incapacidad para trabajar | 8 (14,6) |
| NR | 6 (10,9) |
| Situación familiar – estado civil, n (%) | |
| Relación estable | 17 (30,9) |
| Soltero/a | 37 (69,3) |
| NR | 1 (1,8) |
| Situación familiar – hijos, n (%) | |
| Sin hijos | 48 (87,3) |
| Con hijos | 7 (12,7) |
| 1 | 3 (42,9) |
| 2 | 3 (42,9) |
| 3 | 1 (14,3) |
NR: no reportado.
La mayoría de los pacientes (n=36, 65,5%) recibieron su diagnóstico mediante cribado neonatal y el fenotipo más frecuente en el momento del diagnóstico fue PKU clásica, que afectaba a 37 (67,3%) pacientes. La prueba de sobrecarga de BH4 se realizó en 42 (76,4%) pacientes, la mayoría con mala respuesta, con reducción de las concentraciones de Phe<30% (n=32, 76,2%). En el momento de la inclusión, 15 pacientes presentaban un CI límite o muy bajo, mientras que 37 (67,3%) eran funcionalmente independientes según el índice de Barthel (tabla 2 y Sup. Tabla 2).
Características de los pacientes incluidos en el estudio
| Pacientes(n=55) | |
|---|---|
| Edad en el momento del diagnóstico, n (%) | |
| Cribado neonatal | 36 (65,5) |
| 0-2 años | 6 (10,9) |
| 3-10 años | 12 (21,8) |
| 11-16 años | 1 (1,8) |
| Fenotipo de gravedad de la PKU, n (%) | |
| Hiperfenilalaninemia benigna | 5 (9,1) |
| PKU leve | 4 (7,3) |
| PKU moderada | 8 (14,6) |
| PKU clásica (Phe >1.200μmol/L) | 37 (67,3) |
| NR | 1 (1,8) |
| Respuesta a la prueba de sobrecarga de BH4, n (%) | |
| Buena (reducción >50%) | 5 (11,9) |
| Leve (reducción del 30%-50%) | 4 (9,5) |
| Deficiente (reducción<30%) | 32 (76,2) |
| NR | 1 (2,4) |
| CI (WAIS III/IV), n (%) | |
| Superior (120-129) | 2 (3,6) |
| Medio alto (110-119) | 6 (10,9) |
| Medio (90-109) | 12 (21,8) |
| Medio bajo (80-89) | 3 (5,5) |
| Límite (70-79) | 5 (9,1) |
| Extremadamente bajo (< 69) | 10 (18,2) |
| NR | 17 (30,9) |
NR: no reportado; CI: cociente intelectual.
La concentración plasmática media de Phe en el momento del diagnóstico fue de 901,9 (DT=606,1) μmol/L y de 422,8 (DT=288,9) μmol/L durante el año anterior. Además, la tolerancia media de Phe en la dieta fue de 821,8 (DT=928,2) mg/día, y la mayoría de los pacientes presentaban una tolerancia <500mg/día (n=21, 38,2%) y una mediana del ICD durante el año anterior <480μmol/L (n=29, 52,7%) (Sup. Tabla 2).
Síntomas neurológicos y psicológicosEn total, 13 pacientes (23,6%) presentaron síntomas neurológicos. De ellos, ocho (14,5%) presentaron un único síntoma, mientras que cinco (9,1%) presentaron dos o más síntomas. El síntoma neurológico más frecuente fue la discapacidad intelectual, observada en 12 (21,8%) pacientes (Fig. 1A).
Por otro lado, 19 (34,5%) pacientes presentaron síntomas psicológicos, de los que 10 (18,2%) y nueve (16,4%) presentaron uno y dos o más síntomas, respectivamente. Los síntomas más frecuentes fueron ansiedad (n=8, 14,5%) y depresión (n=7, 12,7%) (Fig. 1B).
TratamientoLa dieta con suplementos exentos de Phe (n=32 [58,2%] y n=35 [63,6%], respectivamente) y la dieta con restricción de Phe (n=22 [40,0%] y n=9 [16,4%], respectivamente) fueron los tratamientos más utilizados, tanto en el momento del diagnóstico como en el momento actual (Sup. Fig. 1). Además, la mayoría de los pacientes (n=47, 85,5%) no recibían tratamiento farmacológico para los síntomas neuropsicológicos relacionados con la PKU (Sup. Fig. 1).
Por otro lado, la mayoría de los pacientes (n=35, 63,6%) mostraron un elevado grado de cumplimiento terapéutico, sobre todo con respecto a las visitas médicas programadas (n=48, 87,3%) y los análisis de sangre requeridos por su médico (n=40, 80,0%) (Sup. Tabla 3).
Calidad de vida relacionada con la saludEQ-5D-5LCuarenta y siete (85,5%) de los pacientes participantes respondieron al cuestionario EQ-5D-5L. Más del 75% de ellos no presentaron problemas de movilidad, autocuidado, actividades cotidianas ni dolor/malestar (fig. 2). Veintiún pacientes (44,7%) refirieron no sentir ansiedad ni depresión, mientras que 16 (34,0%) refirieron ansiedad o depresión leves (fig. 2). Además, la puntuación media en la escala EQ-VAS fue de 80,9 (DT=15,2).
PKU-QoLLos pacientes con PKU comunicaron que su enfermedad tenía una repercusión moderada en todas las dimensiones evaluadas mediante el cuestionario PKU-QoL (repercusión global de la PKU: media=35,3, DT=14,9). Las puntuaciones más altas de este cuestionario indican una mayor repercusión negativa de la enfermedad en la calidad de vida. En general, el adolescente participante obtuvo una puntuación más alta en todas las dimensiones, excepto en los síntomas de la PKU (tabla 3).
Valores medios y DT obtenidos en cada dimensión del cuestionario PKU-QoL
| Adultos(n=40) | Adolescente(n=1) | |
|---|---|---|
| Síntomas, media (DT) | 30,3 (17,5) | 13,6 |
| Repercusión global de la PKU, media (DT) | 35,3 (14,9) | 41,1 |
| Administración de suplementos, media (DT) | 29,1 (15,5) | 43,2 |
| Restricción de proteínas en la dieta, media (DT) | 29,5 (19,7) | 42,1 |
| Total, media (DT) | 31,1 (14,2) | 36,6 |
DT: desviación típica.
Según el DCI, 40 (72,7%) pacientes presentaron un control aceptable, mientras que 13 (23,6%) presentaron un ICD deficiente.
En ambos grupos, el síntoma neurológico más frecuente fue la discapacidad intelectual (control aceptable: 22,5%; control deficiente: 23,1%). Una mayor proporción de pacientes con control deficiente del ICD presentaron ansiedad (23,1% frente al 12,5%) y depresión (30,8% frente al 7,5%) en comparación con los que tenían un control aceptable (Sup. Tabla 3). Sin embargo, no pudieron establecerse diferencias estadísticamente significativas.
Por otro lado, según los resultados obtenidos en el cuestionario EQ-5D-5L, una mayor proporción de pacientes con control deficiente presentaron más problemas en todas las dimensiones y una menor puntuación media en la escala EQ-VAS (77,2 [DT=20,9] frente a 81,9 [DT=13,9]) en comparación con los pacientes con un control aceptable (Sup. Tabla 3). Además, se observó un aumento de la puntuación media en el cuestionario PKU-QoL en el grupo de ICD deficiente en la mayoría de las dimensiones, lo que indica una ligera disminución de la calidad de vida de los pacientes. En la dimensión de los síntomas, la puntuación de los pacientes con ICD deficiente fue algo menor, pero se mantuvo dentro del mismo intervalo de puntuaciones (entre 26 y 50), lo que indica una afectación moderada de la enfermedad (Sup. Tabla 4).
DiscusiónLos avances en la vigilancia, el cribado y el tratamiento han permitido que numerosos pacientes con PKU lleguen a la edad adulta. El conocimiento de sus características sociodemográficas, clínicas, relacionadas con el tratamiento y de CVRS puede mejorar la asistencia personalizada.
Los programas de cribado neonatal se iniciaron en España en la década de 1970 y en 1978 se formalizó un programa nacional de cribado neonatal de la PKU14,18. A pesar de ello, el diagnóstico tardío sigue existiendo, lo que da lugar a casos documentados de signos neurológicos, retrasos del desarrollo y discapacidad intelectual5,19.
La concentración media de Phe en sangre en el momento del diagnóstico en este estudio fue de 901,6μmol/L (amplitud intercuartílica [AIC]=325,5-1499,0μmol/L) y el 27% de los pacientes tenía un CI inferior a 70, considerado límite o muy bajo. Estudios previos han demostrado que los niveles elevados de Phe en sangre se asocian a un menor CI20,21, lo que viene a subrayar la importancia del tratamiento adecuado para reducir y controlar este efecto22. Los pacientes siguieron un tratamiento basado en una dieta con suplementos exentos de Phe (58%) y una dieta con restricción de Phe (40%). En el momento de la recogida de datos, los tratamientos más frecuentes seguían siendo los mismos, con un 63,6% y un 16,4%, respectivamente. Las concentraciones medias de Phe en sangre disminuyeron a 422,8μmol/L (AIC=194,0-600,0μmol/L) en el año anterior con el tratamiento adecuado, lo que indica un efecto positivo del tratamiento y la dieta en estos pacientes. En el análisis de subgrupos, la mayoría de los pacientes tenían un ICD adecuado. Cabe destacar que los pacientes con un ICD deficiente refirieron niveles más altos de ansiedad y depresión y tuvieron una puntuación más baja en la escala EQ-VAS que aquellos con un ICD adecuado. Investigaciones previas han demostrado que un mal control metabólico se correlaciona negativamente con la CVRS23 y, por tanto, un cumplimiento terapéutico riguroso y un manejo eficaz del ICD mejoran la calidad de vida, especialmente al reducir la ansiedad y la depresión24–26, y pueden mejorar la función cognitiva26.
El cumplimiento terapéutico es esencial para controlar la PKU. La mayoría de estos pacientes deben seguir una dieta con restricción de la Phe o con sumplementos exentos de Phe de por vida, ya que las concentraciones elevadas de Phe en sangre pueden dar lugar a deterioro cognitivo y neuropsicológico en niños, adolescentes y adultos27. Recientemente, Jurecki y cols. observaron que la baja carga percibida de enfermedad en los pacientes adultos, especialmente en los perdidos para el seguimiento, también contribuye a un cumplimiento terapéutico deficiente28. Sin embargo, en este estudio, los pacientes mostraron un elevado cumplimiento (>75%) en relación con las consultas médicas (87%), el tratamiento (64%) y las pruebas médicas (80%), lo que indica un manejo activo de la enfermedad y una conciencia de las consecuencias de la discontinuación del tratamiento nutricional, concordante con lo observado previamente22.
En cuanto a la CVRS, en el cuestionario EQ-5D, la mayoría de los pacientes no refirieron problemas de movilidad, autocuidado, actividades cotidianas ni dolor/malestar. Sin embargo, el 33% de los pacientes experimentó ansiedad o depresión, lo que concuerda con los resultados del estudio, en el que el 15% refirió ansiedad y el 13%, depresión. Estudios previos han establecido una relación entre la PKU y una elevada prevalencia de patologías neuropsiquiátricas29, como ansiedad o depresión30, en comparación con la población general. A pesar de este deterioro en el cuestionario EQ-5D, la puntuación media en la escala EQ-VAS para la salud general autopercibida fue alta (80,9 [DT=12,2]), lo que indica una buena CVRS. Estos resultados coinciden con estudios previos, en los que los pacientes con PKU indicaron una CVRS global buena o similar a la de la población general31,32.
La utilización del cuestionario específico PKU-QoL es importante para identificar la preocupación de los pacientes, especialmente en relación con la dieta33. Los resultados del cuestionario PKU-QoL indican que la enfermedad afecta moderadamente a la vida diaria de los pacientes, incluidas las actividades laborales y sociales, con valores medios comprendidos entre 28,1 y 34,8 en todas las dimensiones. Estos resultados concuerdan con los de publicaciones anteriores, que demostraron que las dimensiones evaluadas mediante el cuestionario PKU-QoL tenían una repercusión mínima o nula en la CVRS23,33,34. Además, varios pacientes expresaron su preocupación o temor por la elevación de las concentraciones de Phe y su posible repercusión en su salud, en consonancia con investigaciones previas13,23,34. Una de las principales preocupaciones de las pacientes fue la elevación de las concentraciones de Phe en sangre durante la gestación, lo que coincide con estudios previos13,23,33 e indica la concienciación de los posibles riesgos fetales asociados a los embarazos no controlados23. Sin embargo, el cansancio, un problema importante en otros estudios13,23,33, no fue significativo en nuestro estudio. Además, los participantes refirieron dificultades para cumplir las restricciones alimentarias prescritas, como la restricción de proteínas y la suplementación. Algunas personas tuvieron dificultades con el cumplimiento de la dieta, lo que condujo a sentimientos de culpa, un hallazgo compatible con otros estudios33,34. Mantener el cumplimiento de la dieta es un reto35, pero es esencial en los pacientes con PKU, ya que la falta de cumplimiento puede causar daños neurocognitivos en el cerebro36 y agravar problemas psiquiátricos, como los trastornos de la conducta alimentaria y el trastorno obsesivo-compulsivo, que son más frecuentes en los pacientes con PKU que en la población general29.
En conclusión, los adultos con PKU pueden experimentar síntomas neurológicos o psicológicos, como discapacidad intelectual, ansiedad o depresión. Es fundamental vigilar y tratar a los pacientes de forma adecuada y sistemática para prevenir la recurrencia de los síntomas y evitar un deterioro de su calidad de vida.
Divulgación éticaEl estudio fue aprobado por el Comité de Ética de la Investigación del Hospital 12 de Octubre (Madrid) (número de expediente: 18/511) y desarrollado de acuerdo con los principios de la Declaración de Helsinki. Todos los pacientes firmaron un documento de consentimiento informado por escrito.
FinanciaciónEl estudio fue financiado por Nutricia España, que no participó en el diseño del estudio ni en la interpretación de los resultados.
Conflicto de interesesEV ha recibido honorarios de Nutricia por impartir de conferencias y presentaciones. PCM ha recibido honorarios de Nutricia. FJ P-S ha recibido honorarios por su contribución al desarrollo del proyecto y la redacción médica. MMC ha recibido honorarios de Nutricia por impartir conferencias y presentaciones. MA M-O, MF, BP y LC no declaran conflictos de intereses.
Los autores también manifiestan su agradecimiento a Elena Viciano, PhD, Víctor Latorre, PhD, Irene Huerga, PhD y Héctor de Paz, PhD, por su ayuda en la redacción, financiada por Outcomes10.









